Turismo en Aragón: planes otoñales en la comarca de Tarazona y el Moncayo

¿Quién dijo que el otoño es triste y aburrido? En esta época, la naturaleza despliega sus mejores colores. El sofocante calor desaparece y el frío invierno todavía no ha llegado. Por eso, es el momento perfecto para hacer planes fuera de casa. Y la comarca de Tarazona y el Moncayo, el sitio idóneo para escaparse: naturaleza, setas, patrimonio, gastronomía y un sinfín de actividades te están esperando para disfrutar de esta estación.

NATURALEZA

Ocres, marrones, anaranjados, amarillos, verdes oscuros… son los seductores colores del otoño. Y los tienes en el Moncayo y su Parque Natural,el marco incomparable en el que se encuentra la comarca de Tarazona. Adentrarse en sus caminos y rutas senderistas  supone disfrutar en vivo de los tonos que ofrece su extensa naturaleza, a través de los bosques de roble, haya y pino que lo forman.

El Centro de Interpretación de Agramonte, situado dentro del Parque Natural, permite conocer un poco mejor el entorno con los diferentes audiovisuales y exposiciones que ofrece. Allí se puede interactuar y conocer todos los pisos bioclimáticos del Moncayo y la diversidad de bosques, vegetación y fauna que habitan esta montaña.

¿Eres fan de las setas? Este es tu lugar: su gran variedad micológica permite muchas posibilidades, entre las que se encuentran actividades como las famosas jornadas gastronómicas en torno a estos preciados hongos.

 

ACTIVIDADES

La comarca de Tarazona y el Moncayo también cuenta con una amplia oferta de actividades para todos los públicos, que completan los fines de semana de otoño.  Si eres deportista, seguro que te gusta la carrera anual Vía Verde del Tarazonica, que suele celebrarse en octubre. Parte de la localidad navarra de Tudela para, tras recorrer 21 kilómetros, llegar hasta Tarazona.

Si tu pasión son las motos, octubre también es la fecha de la concentración motera “La Cipotegato”, organizada por la asociación Moto Club Ratas del Queiles: supone un fin de semana repleto de actividades en torno al motociclismo.

Si prefieres la lectura, el Ayuntamiento de Tarazona celebra en noviembre su feria del libro, en la que conocer las últimas novedades sobre literatura. Encuentros, conferencias y mesas redondas jalonan su agenda. Y dentro del ciclo “Escritoras españolas”, que organiza también en noviembre la Diputación Provincial de Zaragoza, diez prestigiosas autoras literarias se reunirán con sus lectores en diferentes municipios aragoneses, entre ellos, la ciudad de Tarazona.

Los espectáculos y el folclore también tienen su espacio en un ciclo cultural de la Red Aragonesa de Espacios Escénicos: abarca varios fines de semana y cuenta con actuaciones de danza y teatro para todos los públicos.

Además, al lado de la comarca de Tarazona, está la de Borja, de tradición vinícola y enoturismo: la Ruta de la Garnacha, que se extiende por la zona vitivinícola de la Denominación de Origen Campo de Borja, es el complemento perfecto en una escapada otoñal en la que no puede faltar el patrimonio.

 

PATRIMONIO

La comarca de Tarazona y el Moncayo ofrece un amplio repertorio histórico y cultural. Fortificaciones medievales, como el castillo de Trasmoz; edificios pertenecientes al románico, como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Añón de Moncayo; edificaciones góticas, como el imponente castillo de Grisel (ahora reconvertido en hotel); la abadía cisterciense del Monasterio de Veruela… y, por supuesto, todo el conjunto patrimonial de Tarazona, resultan indispensables para lograr el “plan perfecto” que ofrece este territorio en otoño.

El municipio turiasonense recibe el calificativo de “ciudad mudéjar” por todo el patrimonio que  conserva del tiempo en el que perteneció  a los musulmanes. Pero también guarda restos de sus épocas romana y visigoda. De todas las ocupaciones que “sufrió” Tarazona a lo largo de los siglos, la ciudad atesora magníficas edificaciones que, a día de hoy, pueden verse y visitarse: iglesias (San Miguel Arcángel, Santa María Magdalena, San Atilano, San Francisco o el Santuario de la Virgen del Río), conventos (La Merced o La Concepción), la espectacular Plaza de Toros Vieja (un antiguo coso taurino con forma octogonal, cuyas fachadas albergan viviendas habitadas por vecinos de Tarazona), el barrio de la Judería (todavía conserva sus “Casas Colgadas”), la singular fachada del Ayuntamiento o el Palacio Episcopal.

Pero, sin duda, el edificio más emblemático es la Catedral de Santa María de la Huerta, un singular templo cuya riqueza patrimonial, confluencia de varios estilos, le ha valido diferentes sobrenombres a lo largo de la historia, entre ellos el de “Capilla Sixtina del Renacimiento aragonés” por las pinturas de su cúpula. La seo turiasonense permaneció cerrada durante casi treinta años, pero ahora puede visitarse dentro de la amplia oferta de visitas guiadas de la Fundación Tarazona Monumental, que cada año realizan más de 40.000 personas.

Catedral de Tarazona. Fundacion Tarazona Monumental
Celosías del claustro de la Catedral de Tarazona
Catedral de Tarazona. Fundacion Tarazona Monumental
Pinturas de la cúpula de la Catedral de Tarazona
Catedral de Tarazona. Fundacion Tarazona Monumental
Catedral de Tarazona
Catedral de Tarazona. Fundacion Tarazona Monumental
Catedral de Tarazona.

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