La historia de una casualidad. La consagración de Cisneros en Tarazona.

 

 Celebración del V Centenario de la muerte del Cardenal Cisneros (1517 – 2017):
Este año se celebra a nivel nacional el V Centenario de la muerte de Fray Francisco Ximénez de Cisneros. Arzobispo de Toledo, Cardenal de España y Regente de Castilla, que por méritos propios alcanzó las más altas cotas dentro de la religión y la política en la España de los Reyes Católicos. 
Lo que no todo el mundo sabes es que el importante hecho de su consagración como arzobispo de Toledo, tuvo lugar en Tarazona el 8 de octubre de 1495. Y que, desde entonces, este importante capítulo de la vida de D. Francisco Jiménez de Cisneros, y de la historia de España, pasó a formar parte de la historia de la ciudad de Tarazona. El acontecimiento tuvo lugar en el convento de San Francisco de Asís, concretamente en la capilla de la Piedad, desde entonces conocida como “Capilla Cisneros”.

Imagen antigua de la Iglesia de San Francisco de Asís de Tarazona.
Imagen antigua de la Iglesia de San Francisco de Asís de Tarazona.

Reviviendo la historia con una recreación el 5 de noviembre de 2017:

Queremos celebrar el V Centenario del fallecimiento de Cisneros, honrar a este importante personaje histórico, y que todos los turiasonenses tengan la oportunidad de conocer su vinculación con Tarazona. Por ello el día 5 de noviembre a las 19:30 horas tendrá lugar la «Recreación histórica de una «casualidad»: Cisneros en Tarazona». Toda la info en: http://www.tarazonamonumental.es/Cultura/Actividades/Representacion-Historica-Cisneros-en-Tarazona-051117

Reserva y venta de entradas: Sede de la FTM, Catedral de Sta. Mª de la Huerta y Tienda Online.

Las casualidades de la Historia:
Toda una serie de circunstancias personales del mismo Cisneros, y de casualidades políticas y sociales, hicieron que su nombramiento tuviera lugar en Tarazona.
Según las crónicas se sentía sobrecogido por el poder que conllevaba recibir la Sede Primada de Toledo, y reticente de recibir el encargo de los Reyes Católicos de reformar en profundidad de la iglesia en España. Esta circunstancia hizo que tardase mucho en acceder a su nombramiento, aunque finalmente, en un acto de obediencia a la Corona, aceptó las bulas papales con fecha de 20 de febrero de 1495.
Una casualidad política y social hizo que este nombramiento tuviera lugar, 7 meses después de su aceptación, en Tarazona. Y es que, ante la necesidad de convocar Cortes Generales de Aragón para tratar el problema político del Rosellón, pero no reunir la ciudad de Zaragoza condiciones tras el padecimiento de una peste y de una plaga de langostas, hizo que de forma casual éstas Cortes se celebraran en Tarazona. El 4 de agosto de 1495, los Reyes Católicos, desde Burgos, convocan Cortes en la ciudad de Tarazona que se celebrarían a partir del día 20 de agosto del mismo año.

Año 1495 en Tarazona. Celebración de Cortes y de la consagración de Cisneros:
Hasta Tarazona se desplazarían los Reyes Católicos que establecieron su residencia en el Palacio Episcopal, ubicado en la parte alta de la ciudad y cercano a la iglesia de Santa María Magdalena, donde se celebran las sesiones de las Cortes.

Iglesia de Sta. Mª Magdalena
Iglesia de Sta. Mª Magdalena

Los aragoneses convocados acudieron encabezados por el arzobispo de Zaragoza D. Alonso de Aragón, hijo de Fernando el Católico. El objeto de estas Cortes es dar solución al problema del Rosellón. Territorio perteneciente a la Corona de Aragón y considerado de suma importancia estratégica por ser la puerta del Reino, debía haber sido entregado por el rey francés Carlos VIII a Fernando de Aragón tal y como recogía el Pacto de Barcelona, en el que le concedía a Aragón el completo dominio sobre los Condados del Rosellón. Una de las cuestiones más importantes que resultaron de dichas Cortes fue la creación del primer censo de población de Aragón, de esta forma podían determinar las posibilidades recaudatorias a través del cobro de sisas a la población.
También acudieron hasta Tarazona los capitulares toledanos, el Maestrescuela Francisco Álvarez y los canónigos Juan Quintanapalla y Alvar Pérez, para tratar los problemas surgidos tras de la aceptación de Cisneros de la mitra de Toledo, como consecuencia del largo tiempo de espera en el que la Sede Primada había permanecido vacante. Solucionados los problemas que retrasaban la ordenación, los capitulares manifestaron su obediencia al arzobispo electo y, a su vez, a los Reyes su satisfacción por la nueva designación.
La celebración tuvo lugar en la octava de San Francisco, o sea el día 8 de octubre, en la capilla de Ntra. Sra. de la Piedad, antigua sala capitular del convento franciscano de Tarazona.

Relieve fundación convento San Francisco restaurado por la FTM
Imagen de Ntra. Sra. de la Piedad.
Imagen de Ntra. Sra. de la Piedad restaurada por la FTM

La circunstancia que probablemente llevo a la elección del convento para la ordenación de Francisco Jiménez de Cisneros fue el que en ese momento la comunidad allí instalada era de la rama observante o franciscanos de la Observancia, la misma a la que se había unido y él fomentaba en Castilla.
A muchos choca que un momento tan importante como es la ordenación episcopal fuera celebrada en una pequeña capilla y no en un templo más amplio de la ciudad, pero no podemos olvidar que, en aquellos momentos, las ordenaciones tenían un carácter reservado y casi privado siendo la toma de posesión de la diócesis, en el caso de los obispos, o la primera misa solemne y cantada, en el caso de los presbíteros, los actos más importantes.
No sabemos quiénes fueron los obispos consagrantes, justifica la falta de este dato el que no quedó un documento notarial ni tampoco una narración literaria del acto de ordenación. Probablemente sería alguno de los obispos que acompañaba a la Corte, entre los que sabemos que se encontraban el arzobispo de Zaragoza, D. Alonso de Aragón. Por otra parte, en aquellas fechas era obispo de Tarazona, Andrés Martínez Ferris, aunque murió en el mismo año 1495 desconociéndose el día exacto, sin poder asegurar por lo tanto que estuviera presente en el acto.
La Capilla de Cisneros. Antigua sala capitular del convento franciscano de Tarazona:
Adosado al lado sur de la iglesia se levanta el humilde claustro del convento. Se compone por un piso bajo de época medieval en el que se abren algunas capillas de los siglos XV y XVI, y una planta alta de los años finales del siglo XVI que daría servicio a las dependencias conventuales, en su mayoría desaparecidas.
La capilla de Ntra. Sra. de la Piedad, antigua sala capitular, tiene acceso directo desde la panda Este el claustro bajo a través de una sencilla puerta adintelada. Se divide en dos espacios: la nave, más grande, es de planta cuadrada cubierta con una bella bóveda estrellada de nervios moldurados vistos, y el segundo, rectangular más pequeño donde se sitúa un retablo de época reciente realizado en madera sin policromar, y cubierto por una bóveda de aristas simple, también con los nervios moldurados vistos.

Capilla de Ntra. Sra. de la Piedad.
Capilla de Ntra. Sra. de la Piedad. Pinturas murales restauradas por el IPCE y retablo y lienzos restaurados por la FTM

Los frescos más destacados se concentran en las paredes laterales del presbiterio o cabecera, se trata de la parte más antigua, donde se representan episodios de la vida de la Virgen; en el lado de la Epístola, la Anunciación y una escena perdida (probablemente la Visitación), y en el lado del Evangelio, la Natividad y la Epifanía.

Pinturas murales descubiertas en las obras realizadas en el claustro.
Pinturas murales descubiertas en las obras realizadas en el claustro.
Pinturas descubiertas en el Claustro.
Pinturas descubiertas en el Claustro.

Los cuatro murales están cobijados bajo doseles arquitectónicos, imitando la organización de un retablo. Estas pinturas se pueden datar en torno a 1490-1495. En el espacio de la nave se observan, tras la recuperación de pintura subyacente, dos momentos decorativos bien diferenciados. El más antiguo puede corresponder al de la ejecución de las pinturas de la cabecera si bien quedan pocos elementos como para poder asegurar esta hipótesis. Pinturas que sin duda lucirían todo su esplendor en el momento en que fue ordenado Francisco Jiménez de Cisneros. En la nave de la capilla encontramos una lápida de mármol que recuerda la efeméride y que fue erigida por el que fuera obispo de Tarazona D. José María Salvador y Barrera.
En el año 2004, coincidiendo con el quinto centenario de la muerte de Isabel de Castilla, se recopilaron 15 rutas por las que había pasado la reina, denominándolas “Itinerarios de Isabel la Católica: 15 rutas de una reina viajera”. La iniciativa fue puesta en marcha por el Instituto de Patrimonio Histórico Español y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales. En esa publicación aparecía el claustro del Convento de San Francisco de Tarazona como uno de los lugares visitados.

Pintura mural Claustro San Francisco de Asís
Imagen de las pinturas recuperadas en la Capilla del Sepulcro.
Imagen de las pinturas recuperadas en la Capilla del Sepulcro.

A raíz de esta iniciativa se acometen catas pictóricas en los muros del claustro, sacando a la luz pinturas de gran valor histórico artístico. Esta actuación, llevada a cabo sobre los muros perimetrales y las capillas adyacentes del claustro, permitió sacar a la luz una valiosa serie de pinturas murales que abarcan un arco cronológico comprendido entre 1425 y mediados del siglo XVIII. La decoración mural que se ha logrado recuperar en dicha intervención nos hace imaginar una profusa decoración de este claustro franciscano.

El atractivo de este singular espacio y la historia que en él se recoge, hace que desde la Fundación Tarazona Monumental se trabaje día a día en su conservación y en la restauración de sus bienes muebles. Favoreciendo con ello que se haya convertido en un lugar de obligada visita para todos aquellos turistas que se acercan hasta Tarazona.

Divulgación de los trabajos de restauración en el claustro de San Francisco por la FTM

 

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