En la FTM nos encantan los desafíos… y más si participan niños!!

En el último desafío que estamos llevando a cabo los protagonistas son los niños de Tarazona. Concretamente los alumnos de primer ciclo de Educación Primaria de los distintos centros escolares de la ciudad.
“El desafío de Turiaso Jones” es un reto que les proponemos a todos ellos con el objetivo de que aprendan a mirar su ciudad y a descubrir los monumentos que atesora. En primer lugar hacemos una introducción en el aula en la que explicamos qué son los monumentos. Y es que, aunque todos creen saberlo muy bien… pronto se dan cuenta de que los monumentos son algo más que un edificio grande o bonito. Empiezan a entenderlos como parte de su identidad, como tesoros que nos regala el pasado y que debemos conocer, querer, cuidar y conservar para poder transmitirlos al futuro.

Una vez que interiorizan el concepto, les enseñamos a “ver” los monumentos. Al ser edificios únicos y reconocibles debería ser fácil distinguirlos y encontrarlos… pero puede resultar todo un desafío!! Con los ojos bien abiertos deben recorrer la ciudad y encontrarlos.

Cada vez que se topan con un monumento deben observarlo bien para así encontrar alguna pista que les permita conocer su nombre, su tipología, la época a la que pertenecen, así como su uso pasado y presente. Se introducen brevemente los monumentos conforme ellos los observan, intentando generar interés y haciendo que los niños se cuestionen cosas sobre ellos.

Tal y como nos comentan los docentes, los objetivos didácticos de esta actividad sobrepasan las expectativas iniciales, ya que recorren el casco histórico que algunos desconocían por completo; comprenden la evolución urbanística de la ciudad; aprenden a manejar un plano y a señalar en él los monumentos; desarrollan valores cívicos; refuerzan conocimientos históricos y artísticos; desarrollan la imaginación y la creatividad… Pero para nosotros, el mayor éxito es ver cómo disfrutan descubriendo su Patrimonio. La satisfacción y orgullo se manifiesta en sus rostros cuando comprenden que les pertenece, y se sienten enormes cuando entienden que pronto serán ellos los encargados de conservarlos.

Terminamos la actividad de 90 minutos habiendo generado en ellos el deseo de conocer más sobre los monumentos encontrados, y esperanzados en que se convertirán en adultos responsables con su ciudad. Pero para lograrlo hay que seguir trabajando día a día, continuando con nuestro programa de Educación Patrimonial. Un programa que camina para 10 años y en el que contamos con la participación y compromiso de todos los centros escolares de Tarazona, y también de profesores que de forma voluntaria trabajan codo con codo con nosotros

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