Al comenzar el año 1809 Tarazona fue ocupada militarmente por las tropas napoleónicas
La ciudad permaneció desde entonces custodiada por una guarnición militar durante tres años y medio, concretamente hasta que se produjo su liberación en octubre de 1812.
La escasez de fuentes al respecto demuestra el dominio militar frente al poder civil
No hay mucha información sobre esta época, ya que el ayuntamiento estaría bajo las órdenes del comandante francés, y todas las fuentes estaban bajo dominio napoleónico. Las partidas de defunción son una de las fuentes con la que se cuenta, y en algunas ocasiones concreta las unidades militares a las que pertenecían estos soldados del ejército francés, aspecto interesante que nos permite saber su procedencia. Por ejemplo, entre julio de 1809 y el mismo mes de 1810 los efectivos militares presentes en Tarazona eran de nacionalidad polaca; en el otoño de 1810 serían flamencos; y en 1812 la guarnición era íntegramente de nacionalidad francesa.
Esta época dejó una huella imborrable en el patrimonio conventual
Estas tropas integradas por entre 150 y 200 hombres, estuvieron acuarteladas en los conventos que se encontraban vacíos tras la exclaustración de los religiosos. Hay referencias directas de la ocupación del convento de los franciscanos, de los mercedarios y de los carmelitas descalzos. La ocupación del convento de Capuchinos, al estar a las afueras de la ciudad y en un lugar elevado, ofrecía condiciones ventajosas para la defensa. Razón por la cual se erigió como puesto de mando del comandante militar, y por la que realizaron en él obras de fortificación. Cuando se produce su expulsión de Tarazona, el convento sufriría los rigores del asedio, asalto e incendio.
Todas estas cuestiones se recogen en la publicación “La guerra de la Independencia en Tarazona: 1808 – 1814” de José Vallejo, y también se hace mención a la ocupación de los conventos por las tropas napoleónicas en las publicaciones de Rebeca Carretero Calvo “Arte y Arquitectura conventual en Tarazona en los Siglos XVII y XVIII” y “Después de la Desamortización. El patrimonio conventual de Tarazona a partir del siglo XIX”.
