Orígenes de la Iglesia y el Claustro del ex-convento de San Francisco de Asís

La Iglesia de San Francisco, edificio de finales del siglo XV-XVI, forma parte de lo que fue el convento de los franciscanos en Tarazona, del que también se conserva el claustro. Según la tradición, fue el propio San Francisco de Asís quien, en peregrinación a Santiago de Compostela, pasó por Tarazona en 1214 e instauró una comunidad de frailes menores. Para apoyarla, el obispo y el cabildo catedralicio le donaron la ermita de San Martín, situada extramuros pero muy próxima a la Seo, para que le sirviera de oratorio. Sin embargo, la documentación conservada no permite datar la fundación del convento de San Francisco hasta 1270.

Imagen antigua de la Iglesia de San Francisco de Asís de Tarazona.
Imagen antigua de la Iglesia de San Francisco de Asís de Tarazona.(Foto: Blog Tarazona mudéjar, encanto y belleza)

La iglesia primitiva, edificada en el primer tercio del siglo XIV y renovada entre 1523 y 1542, constaba de una nave de dimensiones similares a la actual, con capillas entre los contrafuertes en el lado del Evangelio que ganarían en profundidad décadas más tarde. Las del lado de la Epístola abrían en origen al claustro. Estas capillas se convirtieron en seguida en panteones para familias nobles, comerciantes y artesanos acaudalados.

Claustro de la Iglesia de San Francisco.
Claustro de la Iglesia de San Francisco.

Algunas hermandades religiosas y gremiales contribuyeron con sus donativos a mejorar la vida en la casa franciscana recibiendo, a cambio, permiso para erigir sus altares devocionales y disponer de lugar de enterramiento para sus cofrades, como fue el caso de la cofradía de San Francisco, la de Nuestra Señora de la Piedad, la de Santa María del oficio de mercaderes, la de la Venerable Orden Tercera o la de la Vera Cruz, vinculadas estas últimas a las procesiones penitenciales de Semana Santa.

La consagración episcopal del Cardenal Cisneros

Durante el Renacimiento y el Barroco el convento continuó transformándose y ampliándose gracias a bienhechores que sufragaron nuevas obras, entre las que cabe destacar la capilla de Nuestra Señora de la Piedad, donde se desarrolló la consagración episcopal del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, confesor de Isabel la Católica. Cisneros fue consagrado como arzobispo de la sede primada de Toledo el 11 de octubre de 1495, coincidiendo con la presencia en la ciudad de los monarcas para presidir las Cortes del Reino de Aragón de dicho año. En ese momento se restauraron también las pinturas de la capilla del Sepulcro que eran totalmente visibles.

Capilla de Ntra. Sra. de la Piedad.
Capilla de Ntra. Sra. de la Piedad.

Otra de las obras auspiciadas por diferentes benefactores, fue el trasagrario, construido entre 1630 y 1632 a expensas del turiasonense Lucas Pérez Manrique, justicia de Aragón. El trasagrario es un espacio cuadrangular dispuesto tras el altar mayor cubierto con una cúpula decorada con yeserías de pervivencia mudéjar. A mediados del siglo XVII, en estrecha conexión con este ámbito se procedió a sustituir el viejo retablo mayor por una espectacular máquina de escultura presidida por las imágenes de la Inmaculada Concepción y de San Francisco. El resto de las casas del retablo están ocupadas por los principales santos de la Orden.

Retablo principal de la Iglesia de San Francisco de Asís.
Retablo principal de la Iglesia de San Francisco de Asís.

Los secretos hallados en la Restauración del Claustro

Adosado al lado sur de la iglesia se levanta el humilde claustro del convento. Se compone por un piso bajo de época medieval en el que se abren algunas capillas de los siglos XV y XVI, cuya decoración mural ha sido recientemente recuperada por el Instituto de Patrimonio Histórico Español, y una planta alta de los años finales del siglo XVI que daría servicio a las dependencias conventuales, en su mayoría desaparecidas.

Pinturas descubiertas en el Claustro.
Pinturas descubiertas en el Claustro.

La actuación llevada a cabo sobre los muros perimetrales y las capillas adyacentes del claustro del ex – convento de San Francisco de Tarazona a instancias del IPHE, ha permitido sacar a la luz una valiosa serie de pinturas murales de diferentes momentos históricos que abarcan un arco cronológico comprendido entre una fecha próxima a 1425 y mediados del siglo XVIII.

Pinturas murales descubiertas en las obras realizadas en el claustro.
Pinturas murales descubiertas en el claustro.

Esta iniciativa estuvo precedida en el tiempo por otra, asimismo impulsada por el IPHE, en la que se rescataron las pinturas subyacentes de la capilla de Nuestra Señora de la Piedad, antigua sala capitular de éste extinto convento de la rama observante, de la Orden de los Frailes Menores.

Imagen de Ntra. Sra. de la Piedad.
Imagen de Ntra. Sra. de la Piedad.

Otras curiosidades de la historia del templo

Tras la desamortización de 1835, la casa franciscana albergó el hospital municipal del Sancti Spiritus. Fue a mediados del siglo XX cuando se demolieron la mayoría de las salas, excepto la iglesia que se convirtió en parroquia, el claustro, y la librería rehabilitada para cumplir la función de sede de la Escuela Oficial de Idiomas.

Por otra parte, el 5 de febrero de 1329 se casaron en la Iglesia de San Francisco de Asís de Tarazona, el rey Alfonso IV de Aragón y Doña Leonor de Castilla.

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